[Video] Cristianismo y Libre Mercado ¿Son compatibles?

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El pasado miércoles 23 de abril se llevó a cabo el segundo evento que forma parte de una serie de pláticas sobre pensamiento religioso y libre mercado organizado por el Movimiento Libertario de México en colaboración con Caminos de la Libertad y la Fundación Naumann para la Libertad. El tema que nos reunió en la Casa del Poeta en la colonia Roma fue la compatibilidad entre el libre mercado y el pensamiento cristiano ¿es posible aceptar o defender el libre mercado desde la religión cristiana? ¿el cristianismo es un aliado o un enemigo del libre mercado? ¿son compatibles como paradigmas en una sociedad libre o no?

Contamos esta ocasión con el Dr. José Antonio Pardo, profesor de tiempo completo del departamento de Filosofía en la Universidad Iberoamericana y el Ing. Hugo González, miembro fundador y colaborador del MLM. Ambos ponentes construyeron un dialogo sobre bases compartidas como aquella del reconocimiento que el  cristianismo, al derivar de una serie de textos y doctrinas en ocasiones contradictorias, abre la puerta a un sin fin de doctrinas e interpretaciones, y que algunas de ellas son definitivamente contrarias al libre mercado. No obstante, el Dr. Pardo decía, hay que ir más allá de lo obvio que resulta que de un conjunto inconsistente se pueda derivar cualquier cosa (tanto doctrinas cristianas en contra como a favor del libre mercado) para distinguir y comprender mejor la pregunta en cuestión.

Si bien Hugo presentó partes del cristianismo que sin duda están relacionadas a interpretaciones de corte más igualitario y dónde se condena la actividad económica o la búsqueda de ganancia, en el transcurso de la discusión se señaló que la propuesta cristiana ortodoxa, aquella defendida por el Dr. Pardo, resalta la riqueza (como escape a la pobreza) y niega la “virtud moral de la pobreza” que ciertas corrientes defienden. Lo mismo resulta de interpretaciones que dejan sin defensa al individuo frente al poder positivo, al poder de facto del gobierno. La escolástica tardía y la escuela de Salamanca en particular son parte de una doctrina de gobierno limitado que inclusive llega a ser fundamento de teorías de tiranicidio.

El contorno que trazó José Antonio ayudó a contestar a nivel teórico la pregunta que nos reunió: definitivamente es posible. El cristianismo, en particular entendido como una doctrina que se deriva de un conjunto de interpretaciones dentro de cierta tradición (en particular la ortodoxa), es compatible con el libre mercado. Pero la preocupación de Hugo a nivel práctico sigue siendo importante para grupos como el MLM: el cristianismo comprendido como lo que viven quienes se adhieren a él, se presenta como un obstáculo para su desarrollo económico por sus aparentes imperativos de fe contrarios al comercio. La versión fácil y popular del cristianismo parece no estar ayudando.

El dialogo desde el libre mercado con el cristianismo es algo que a muchos no les interesa y encuentran poco productivo (tanto en términos pragmáticos cómo académicos), desde Octavio Paz hasta varios liberales en redes sociales. No obstante figuras centrales para la difusión del pensamiento libertario como Frederich Hayek estaban conscientes de la necesidad de acercarse a dichos grupos y dialogar. Me parece que en cuanto a un movimiento libertario dentro de un país profundamente religioso, esta clase de eventos son necesarios para encontrar un interlocutor en aquellas personas que se sienten identificadas con el cristianismo de alguna manera y que aún no lo están con el libre mercado. Diálogos como el establecido entre Hugo y José Antonio nos enseñan que hay muchos enemigos al libre mercado, dentro y fuera de la religión, pero también podemos encontrar  muchos aliados, dentro y fuera de ella.

Aviso: esta reseña no hace justicia a todos los argumentos e intervenciones de nuestros ponentes y del público que participó activamente, estén pendientes para una actualización con el vídeo del evento.

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1 respuesta

  1. Cesar Font J dice:

    Creo que los dos ponentes fallaron en llegar al meollo del asunto.

    ¿Puede un verdadero libertario vivir felizmente en una comuna? La respuesta es SÍ; bajo la condición de que él hubiera escogido voluntariamente ese tipo de vida, por ejemplo si dicho libertario es profundamente cristiano y quiere seguir los pasos de los apóstoles.

    La diferencia es que este verdadero libertario del ejemplo tomaría esa vida para sí mismo y no la impondría en otros.

    Cuando capitalistas y socialistas toman la bandera cristiana para hacer política o sus revoluciones, solo lo hacen para jalar adeptos que previamente ya eran cristianos. Lo mismo cuando los políticos visitan universidades o zonas campesinas, solo están buscando votos, no es porque ellos sean intelectuales o cultivadores.

    Tanto la expulsión de los cambistas del templo como cuando Jesús dijo que dejen que el gobierno haga lo que hace, son en realidad lo mismo, Jesús no quiere ni la intromisión ni la mezcolanza del mercado o el gobierno en asuntos cristianos, ni a la iglesia cristiana mezclada en asuntos de mercado y gobierno.
    Osea, como ciudadano está bien que hagas política, pero cuando vayas al templo dejas eso detrás por la duración de la misa o el día santo, y cuando termines y te vayas del templo los puedes retomar. Y también, no es papel de un cristiano meterse en asuntos de gobierno mientras se encuentra ejerciendo deberes de la iglesia.
    Lo que no hilan muchos es que Jesús era un separatista, un “Juarista”, que la iglesia cristiana debe hacer lo suyo por su lado y la vida civil debe hacerse por otro lado, aunque se trate de la misma persona.
    Por lo tanto Libre Mercado y Cristianismo si son compatibles, porque son temas distintos entre sí que cada uno pertenece a un ámbito diferente dentro de la vida de una misma persona.

    Una persona puede hacerse millonaria por medios honorables y regalar toda su fortuna a la caridad y vivir en “pobreza” y eso la convertiría en un capitalista que es también un buen cristiano.

    Otra persona puede robar, asesinar, extorsionar etc.. a otras personas para repartir sus riquezas a otros pobres, y eso lo convierte en un estatista y también en mal cristiano.

    Jesús pedía que fueras caritativo por convicción personal y utilizando tus propios bienes. Utilizar una posición de poder para hacer caridad con los bienes robados a otros en el nombre de cristo, es anti-cristiano.

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